Cuentan con dos cámaras integradas y una pantalla led que informan al usuario sobre las personas y objetos circundantes
Las gafas de mercadillo no protegen de los rayos solares.
Numerosos estudios revelan que las emisiones solares que se filtran en la atmosfera son cada vez más dañinas para el ser humano y, actualmente, estamos más expuestos a los rayos UVA, sobre todo en la época estival. Sin embargo, los datos indican que ahora nos protegemos menos del sol porque los productos que utilizamos para ello son de peor calidad.
De acuerdo con un estudio publicado y realizado por la Universidad Complutense, el 90% de las gafas de sol que se adquieren en los mercadillos o puestos callejerosno protegen de los rayos solares y, además, son perjudiciales para la visión.
El Colegio de Ópticos ha alarmado sobre el peligro que supone la adquisición de este tipo de productos, normalmente copias falsas mal elaboradas de otras marcas, que podría acarrear problemas irreparables en la visión. Además, estos expertos han pedido que las gafas de sol sean consideradas como productos sanitarios y no como complementos de moda, por lo que debería estar prohibida su venta en estos mercadillos ambulantes o tiendas de ropa y complementos.
TOMÁRSELO EN SERIO
Entre algunas personas ha cundido la moda de llevar siempre el último modelo de gafas de una marca o determinado diseñador, pensando en última instancia en la salud ocular y anteponiendo ésta al bolsillo.
Los oftalmólogos piden que la sociedad se tome en serio esta tendencia. El estudio de la UCM pone de manifiesto que el “45% de la muestra analizada provoca visión defectuosa, un 26% no pueden ser utilizadas para la conducción y un 57% produce desviaciones oculares indebidas y somete al ojo a un maltrato que puede generar importantes patologías”, según declara Celia Sánchez-Ramos, directora del Departamento de Óptica II de la Complutense.
Ahora se exige que la Unión Europea interceda para restringir la venta de gafas solares solo a las ópticas, porque cada gafa debe adecuarse a la visión de cada persona. Esto no es una exageración, ya que aunque el usuario no note pérdidas de visión, una gafa que no esté debidamente homologada podría producir daños a medio plazo, como por ejemplo la fatiga ocular.