NOTA DE PRENSA

El consumo del 3D en películas y videoconsolas
puede dañar la visión en niños menores de seis años

Juan Carlos Martínez Moral: “En los niños, y especialmente antes de los seis años, la
dificultad de acomodar la visión en dispositivos 3D puede tener efectos mucho más
severos, porque su sistema visual todavía se está desarrollando”

Un prestigioso grupo de investigadores de la Universidad de Berkeley, en
California (Estados Unidos) revelaron que la observación prolongada de
contenidos de películas o videojuegos en 3D (tres dimensiones o
estereoscopía) puede provocar molestias visuales, dolores de cabeza y fatiga.

Según el estudio publicado en la revista científica Journal of Vision, el problema
de “convergencia acomodativa” se produce porque los ojos de los espectadores
tienen que ajustar constantemente la distancia de la pantalla de cine o de la
videoconsola y su contenido en 3D. Este cambio constante es lo que hace que la
visión se canse más de lo normal, generando visión borrosa, dolores de cabeza,
e incluso fatiga ocular.

No es la primera vez que surgen temores sobre los efectos de la tecnología en
3D, que es utilizada en el cine, juegos de video, televisión y pantallas de
ordenadores. En 2010, cuando Nintendo lanzó su consola de video en 3D, ya
advirtió que si era utilizada por niños menores de seis años podría dañar su
visión, y el año pasado Italia recomendó restringir el uso de lentes 3D por los
niños a raíz de un advertencia similar de su agencia de salud nacional.

Ahora, distintas instituciones sanitarias internacionales, entre las que se cuenta
el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) y la
Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia (Anses), advierten que los
niños menores de seis años no deberían ser expuestos al consumo de películas y
juegos en 3D, “ya que el proceso de asimilar un efecto de tres dimensiones
requiere que los ojos vean imágenes en dos lugares distintos al mismo tiempo,
antes de que el cerebro las convierta en una sola. En los niños, y especialmente
antes de los seis años, esta dificultad a la hora de acomodar la visión, puede
tener efectos mucho más severos porque su sistema visual todavía se está
desarrollando. Incluso, hasta los 13 años el uso de esta innovadora tecnología
debería ser moderado”, explicó Juan Carlos Martínez Moral, presidente del
CGCOO.

En nuestro territorio, más de 400.000 espectadores pudieron hacer en 2012 una
prueba en más de 100 pantallas de cine 3D de toda Catalunya auspiciada por el
Col•legi d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC). Un sencillo examen
autodiagnóstico de dos minutos se proyectó justo antes de todas las películas
3D. El test permitió detectar distintos defectos en la visión binocular, un
problema que afecta a más de cinco millones de españoles, un 12 por ciento de
la población. Según Alfons Bielsa, presidente del COOOC, “Se estima que hasta
un 56% de las personas entre los 18 y 38 años podrían tener problemas en su
visión binocular. Un leve mareo al comenzar a ver una película en 3D es normal
pero, si persiste, es una señal muy probable de que existe un trastorno visual”.

Un aspecto a tener en cuenta es que existen pocos países que tengan
regulaciones sobre el uso de esa tecnología. En el pasado hubo quienes incluso
llegaron a argumentar que el 3D podría ser una ventaja, si era utilizado además
como un sistema de alerta temprana para detectar problemas de visión en los
niños que, de otra manera, podrían pasar desapercibidos. “Es indudable que
ver programas en 3D puede por el contrario desenmascarar cuestiones tales
como un ojo vago, insuficiencia de convergencia, problemas de concentración y
otros problemas visuales en niños de los que los padres pueden desconocer su
existencia”, señaló el presidente del Consejo.

El estudio recomienda finalmente tomar descansos cada cierto tiempo, utilizar
la regulación de las pantallas de televisión y de las videoconsolas para
minimizar el efecto y colocar el contenido a una distancia tres veces mayor a la
altura en que se encuentra la televisión o la imagen.

Fuente: Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas