Un 26 por ciento de la población en España padece astigmatismo que supone el tercer problema visual más común entre los españoles, tan sólo por detrás de la miopía y la vista cansada, ambas con un 28 por ciento de incidencia.
Los indicios que puede llevar una persona a pensar que padece astigmatismo son la fatiga ocular, dolor de cabeza tras haber forzado la vista al leer o al trabajar frente al ordenador o la percepción de un incremento de los deslumbramientos y de los halos de semáforos u otros vehículos al conducir.
Una persona con astigmatismo detectará algunas de las líneas borrosas y otras más definidas, mientras que una persona con visión normal podrá ver todas las líneas con igual nitidez. Para solventar este problema, es necesario acudir a un profesional y realizar un examen visual con diferentes pruebas.
LAS LENTES TÓRICAS, UNA BUENA SOLUCIÓN
Pese a que hay muchos usuarios que utilizan lentes de contacto esféricas como solución a este problema refractivo la mayoría de los expertos están de acuerdo en que el astigmatismo superior a 0’75 D debería ser corregido con lentes de contacto tóricas.
Para intentar corregir este defecto, las lentes de contacto tóricas han sido especialmente diseñadas para compensar la curvatura irregular de la córnea y supone una buena solución, ya que ofrecen al usuario una mayor libertad y flexibilidad que las gafas graduadas.
También existen lentillas tóricas de reemplazo diario. El avance en este tipo de lentillas, además de ofrecer un confort duradero, es que algunas de ellas están fabricadas con innovadores materiales capaces de liberar agentes humectantes en cada parpadeo para garantizar una mayor lubricidad y comodidad durante toda la jornada.
En este sentido, las lentillas mensuales de hidrogel de silicona para el astigmatismo ofrecen una hidratación superior y hasta cinco veces más permeabilidad al oxígeno que las lentillas tóricas de hidrogel tradicionales
Fuente: Laboratorios Alcon